Características
Lleno de interpretaciones armoniosas que reflejan la definición de su título -un lugar en el que se intercambian libremente ideas, productos y cultura-, Caravanserai marca el inicio de la incursión de Carlos Santana en el territorio del jazz-fusión que marcaría su carrera durante la mayor parte de las dos décadas siguientes. Inspirado por el trabajo pionero de Miles Davis, y con el objetivo de descubrir y desarrollar la paz interior dentro de un ámbito musical, el guitarrista emprende una búsqueda para encontrar su equivalente de las dimensiones espirituales que John Coltrane canaliza en A Love Supreme. La osadía dio sus frutos: El álbum de 1972 de la banda homónima aterrizó en el Top 10, vendió más de un millón de copias y consagró a Santana como un visionario que se negaba a plegarse al comercialismo.
- Eternal Caravan of Reincarnation
- Waves Within
- Look Up (To See What's Coming Down)
- Just in Time to See the Sun
- Song of the Wind
- All the Love of the Universe
- Future Primitive
- Stone Flower
- La Fuente del Ritmo
- Every Step of the Way
Procedente de las cintas maestras originales y prensado en Fidelity Record Pressing, el LP de Mobile Fidelity con edición numerada de 180 g y 33 rpm rebosa textura atmosférica, amplitud tridimensional y microdinámica reveladora. Esta reedición audiófila de colección expone la sensación natural de la producción de Santana y el baterista Mike Shrieve, permitiendo que la música emerja con refrescante ligereza, presencia íntima y equilibrio orgánico. Caravanserai se proyecta con magnífico detalle y claridad, ya se trate del sonido bronco de un saxofón, del florecimiento de un bajo acústico, del intrincado lavado de un órgano o de la nota rezagada de un eco. Se trata de un álbum cuyos significados y alcance se benefician enormemente de esta mayor cercanía, calidez y tonalidad.
No hay más que ver la cita del monje-yogui indio Paramahansa Yolanda que adorna la portada interior del álbum: «El cuerpo se funde con el universo. El universo se funde en la voz sin sonido. El sonido se funde en la luz que todo lo ilumina. Y la luz entra en el seno de la alegría infinita». Las palabras de Yolanda sirven de guía: Caravanserai se siente a la vez cósmico, esperanzado, luminoso, festivo. Aunque con los pies en la tierra y centradas, sus canciones parecen flotar en una estratosfera de otro mundo; sus pasajes liberadores y ritmos palpitantes no tocan el suelo. Los arreglos apuntan hacia delante y hacia el cielo, atrayendo la atención hacia una conciencia superior y alejándola de las búsquedas terrenales. El efecto es hermoso, edificante y liberador.
Caravanserai está lleno de alma y espiritualidad. Su profunda emotividad y sentida expresividad están a la altura de la interpretación más personalizada de la carrera de Santana. A diferencia de los álbumes instrumentales centrados en las improvisaciones en aras del virtuosismo, Caravanserai mantiene un enfoque y un propósito cohesivos. Es ante todo un álbum de canciones conectadas por la melodía, el ritmo y una relativa concisión. No sólo es exigente con el oído, sino también con el corazón y la mente. Invoca directa e indirectamente conceptos como purificar, limpiar y compartir, y te invita a escuchar y concentrarte con toda tu atención.
Caravanserai, el último disco de Santana en el que participaron el guitarrista Neil Schon y el organista Greg Rollie durante más de cuatro décadas, no muestra ningún indicio de la discordia que pronto provocaría la escisión de la formación. Funcionando como un colectivo unificado con una mentalidad de todos para uno, la banda llega a intersecciones en las que el rock, el latín, el jazz y el funk hablan un idioma común. Santana, Schon, Rollie, el bajista Douglas Rauch y compañía se adentran en las ilimitadas -y entonces novedosas- posibilidades de la fusión sin explotar la técnica, agotar la paciencia o ir a la deriva.
Caravanserai, que se abre con el sonido del canto de los grillos -que anuncia de inmediato la preocupación del álbum por la naturaleza y la existencia armoniosa en el universo-, introduce a los oyentes en un mundo distinto al de cualquier otro disco. Diseñado para escucharse en secuencia, el LP de 10 pistas se convierte en una aventura inmersiva en lo conocido y lo desconocido. Además de una musicalidad excepcional, la banda adopta un ambiente metafísico que se adapta a los mensajes sin palabras transmitidos en canciones acertadamente tituladas como la explorativa «Waves Within» y la cargada de funk «Look Up (To See What's Coming Down)». En la radiante «Song of the Wind», Santana y Schon intercambian solos bajo el sol sobre una sutil base sentada por el órgano de Rollie. Así es Caravanserai: A medida que Santana brilla, también lo hace su banda.
La segunda mitad del disco se adentra más en lo místico. «All the Love in the Universe» incorpora elementos similares al sitar y cantos armoniosos; la mediática “Future Primitive” utiliza el silencio como instrumento; en la brasileña “Stone Flower” el grupo pone letra a una melodía de Antonio Carlos Jobim; acentos cubanos, timbales y bongos aparecen en la bailable “La Fuente del Ritmo”, que cuenta con la colaboración de la leyenda del jazz y entonces nuevo miembro Armando Peraza. En el épico final, «Every Step of the Way», el grupo hace un guiño a la obra de space-jazz de Miles Davis antes de pasar a una explosión de viento-madera-conga-guitarra coronada por un arreglo orquestal.
Es mucho que asimilar. Esta reedición invita a escucharlo una y otra vez, y a experimentar todo lo que hace que el álbum sea inimitable.