Características
Masterizado en el sistema de masterización de MoFi: Mobile Fidelity Numbered-Edition 180g 45RPM 2LP Set Plays con una inmediatez, amplitud y franqueza deslumbrantes.
Johnny Cash ya conocía la prisión de Folsom cuando él y su banda entraron en los muros de la institución la mañana del 13 de enero de 1968 para grabar At Folsom Prison. Había tocado allí dos años antes, pero esta vez era diferente.
Cash subió al escenario ese día para dos shows en medio de una atmósfera sociopolítica cada vez más oscura y una guerra furiosa en Vietnam, además de saber que su carrera y su salud pendían de un hilo. El nativo de Arkansas compartió muchas de las dificultades y los fracasos abyectos de los reclusos para los que actuó. Las canciones que eligió y la convicción con la que las interpretó lo dicen. El momento en el que Cash pasó de ser una estrella del country a un artista legendario y una declaración audaz sobre el estado penitenciario estadounidense y su compromiso con la rehabilitación, At Folsom Prison, triple platino, sigue siendo uno de los discos más importantes, potentes y legendarios del siglo XX.
Masterizado en el renombrado sistema de masterización de MoFi en su estudio de California y alojado en una funda plegable de Stoughton, el set de 2LP de 180 g y 45 RPM de At Folsom Prison de Mobile Fidelity te coloca en la cafetería con los prisioneros que gritaban y vociferaban con los que Cash sintió una química, simpatía y espíritu mutuos. Una línea que lleva a la crudeza sin adornos que ayuda a hacer de este disco emblemático uno de los documentos más genuinos jamás grabados en cinta, esta reedición audiófila presenta lo que sucedió ese día de invierno con una plenitud, franqueza, amplitud y dinamismo que no se encuentran en ediciones anteriores.
Puedes escucharlo resonar en las paredes de la sala; pulsar a través de los ritmos de boom-chick acústicos y picantes de Tennessee Three; crepitar en los anuncios transmitidos por el intercomunicador; resonar en la comedia de los comentarios espontáneos y un par de melodías novedosas; sentirlo en la energía palpable que brota dentro de Cash y su audiencia. Y puedes experimentarlo como nunca antes a través del canto espectacular de Cash. La base fundamental de toda su música, el barítono del cantante resuena con profundos grados de profundidad, flexibilidad y pasión que subrayan lo mucho que esta aparición significó para él, y hasta qué punto estaba viviendo las narrativas.
De hecho, cada canción de At Folsom Prison tiene un propósito y habla de las condiciones (mentales, emocionales, físicas, geográficas, legales, sociales) que los reclusos enfrentaban a diario. Comenzando con los mensajes explícitos de la apertura "Folsom Prison Blues", Cash deja en claro que entiende y comparte muchas de sus dificultades. No en vano, el mito de que Cash había pasado una mala época persistió durante décadas una vez que este disco salió a la calle. Así de real es, y así de dedicado sigue Cash a transmitir cada nota con la misma verdad que invierte en los comentarios improvisados que hace entre y en medio de las canciones.
Escuche el dolor, el arrepentimiento, la compasión y la soledad de “Dark as the Dungeon” de Merle Travis, Cash tirando de las sílabas hasta que amenazan con romperse y habitando el estado de ánimo de frases sombrías como “los placeres son pocos” y “el sol nunca brilla”. Sea testigo del aislamiento, el abatimiento y la tristeza que puntúan el blues de “I Still Miss Someone”, acompañado en gravedad por una lectura solemne de “The Long Black Veil”, un canto fúnebre tradicional que involucra asesinato, engaño y trampa. Cash corta aún más profundamente en una interpretación solista desgarradora de “Send a Picture of Mother” y una versión sencilla de “The Wall” de Harlan Howard, que detalla un suicidio disfrazado de fuga de la cárcel a través de expresiones llenas de clichés que maldicen suavemente la situación imposible.
Al narrar las tentaciones, los errores, la mortalidad, el castigo y la vida “dentro” (para bien o para mal, las historias de los marginados, olvidados, descartados e impenitentes), At Folsom Prison también se divierte mucho interpretando el papel de delincuente. Cash captura la locura desenfrenada y el caos fuera de control en una versión acelerada de “Cocaine Blues”, obteniendo una satisfacción adicional en sus historias cobardes a través de la voz que cambia a los personajes del sheriff y el juez. El humor negro y el drama acelerado de “25 Minutes to Go”; los acentos volubles y la aceptación resignada de “I Got Stripes”; el sonido del silbato del tren y la locomoción vibrante de “Folsom Prison Blues”: todos luchan contra la ley solo para ver que la ley gana.
Cash sigue profundamente comprometido en todo momento y está inseparablemente conectado con las almas torturadas apartadas de los acontecimientos del mundo exterior. No es de extrañar que todas las canciones, salvo dos, provengan de la primera actuación del día, en la que Cash, Luther Perkins, Marshall Grant y compañía dieron todo de sí. Al igual que la futura esposa del Hombre de Negro, June Carter. El ardiente dueto de la pareja en “Jackson” es abrasador; su combinación de entrega y fortaleza en “Give My Love to Rose” nos pone en el lugar del protagonista moribundo.
Y con la última canción, “Greystone Chapel”, escrita por el convicto Glen Sherley, que vio todo lo que sucedía bajo la atenta mirada de los guardias, Cash separa lo corpóreo de lo espiritual, transmitiendo lecciones sobre la salvación y la supervivencia. Temas embriagadores a los que volvería durante el resto de su ilustre carrera.
- Folsom Prison Blues
- Dark as the Dungeon
- I Still Miss Someone
- Cocaine Blues
- 25 Minutes to Go
- Orange Blossom Special
- The Long Black Veil
- Send a Picture of Mother
- The Wall
- Dirty Old Egg-Suckin’ Dog
- Flushed from the Bathroom of Your Heart
- Jackson
- Give My Love to Rose
- I Got Stripes
- Green, Green Grass of Home
- Greystone Chapel