Reimaginando la icónica estética con chasis de aluminio de fundición de sus recordadas electrónicas “X”, la prestigiosa firma británica Musical Fidelity acaba de lanzar al mercado la X-Tube, una revolucionaria etapa separadora (“buffer”) de salida a válvulas que supone el regreso de un concepto de producto iniciado con la reverenciada X10D. Puesta a punto por Antony Michaelson, fundador de la marca, esta singular electrónica tomaba su nombre de la contracción de “eX(10)ten-(D)ded”, respetando el nuevo modelo fielmente el diseño de la circuitería interna del original. Conectada entre la fuente de entrada y el amplificador, la X-Tube extiende la cadena de audio actuando como una etapa intermedia, con el fin de mejorar la calidad de aquélla y añadir la tonalidad y la dinámica características de las válvulas de vacío a las fuentes de línea existentes en el mismo, léase reproductores de discos ópticos, DAC’s, reproductores de música en red e incluso preamplificadores.
Para lograr este objetivo, la Musical Fidelity recurre a una configuración basada en dos dobles triodos E88CC (también conocidos como 6922), dispuestos en una manera innovadora al procesar la totalidad de la señal de audio en “single-ended”, una topología cuya correcta implementación permite exhibir una respuesta a los transitorios superior y en consecuencia manejar cambios rápidos en el nivel de volumen con una distorsión mínima. Pero las etapas de salida a válvulas aportan todavía más ventajas desde el punto de vista técnico, siendo la primera de ellas la superior impedancia de entrada de los dispositivos de vacío con respecto a sus homólogos de estado sólido, facultando a las etapas separadoras proporcionar una mejor adaptación de impedancias (en especial cuando se utilizan entre un preamplificador y una etapa de potencia) y asegurar por tanto una transferencia de potencia máxima minimizando a la vez las pérdidas.
Además, pueden ofrecer un elevado nivel de aislamiento entre la circuitería de amplificación y la carga (es decir, las cajas acústicas), protegiendo la primera de cargas reactivas y minimizando posibles inestabilidades u oscilaciones. De ahí su capacidad para introducir una paleta tonal y sutilezas adicionales con el resultado de aportar profundidad y riqueza a la música reduciendo en paralelo la fatiga auditiva. La X-Tube, cuyo chasis principal consiste en una pieza de aluminio extrusionado que lo blinda frente a interferencias electromagnéticas, se completa con un panel frontal de aluminio cepillado y una conectividad formada por una entrada RCA, una toma “bypass” RCA y una salida RCA.