Versión “a escala” del absolutamente “fuera de parámetros” PS2K, el PS1K es un subwoofer activo perteneciente asimismo a la élite de McIntosh que mantiene intactos el aspecto externo, la tecnología y las funcionalidades de su hermano mayor, aunque con un factor de forma más compacto que facilita su ubicación sin dejar por ello de ser un modelo de referencia absoluta. En consecuencia, se trata de un poderoso sistema de altavoces con una electrónica de amplificación y control integrada en la zona inferior del recinto, con el objetivo de llevar precisión y visceralidad sin paragón a la reproducción de películas y música. Todo deslumbra en esta distinguida (¡casi 1’3 metros de alto y 168 kilos de peso!) caja acústica de subgraves concebida y construida sin ningún tipo de compromiso. Así, en lo que concierne a la configuración acústica, se utilizan un total de dos imponentes woofers de 330 mm de diámetro equipados con conos de fibra de carbono multicapa y motores magnéticos masivos (imanes de muy alta potencia, bobinas móviles extra-largas, suspensiones ultra-robustas), desarrollados con el concurso de Análisis por Elementos Finitos (FEA).
Estos se benefician del concepto “Low Distortion/High Performance” (LD/HP) de McIntosh a fin de minimizar la distorsión incrementando a la vez su capacidad de entrega de potencia y su sensibilidad. El “músculo” necesario para excitar sin limitaciones este soberbio par de altavoces lo aportan dos amplificadores en Clase D de 500 vatios continuos, lo que significa una potencia total de 1.000 vatios que son entregados con una fiabilidad absoluta incluso en condiciones de funcionamiento particularmente exigentes, gracias al apoyo de los ampliamente contrastados esquemas de protección electrónica “Power Guard” y “Sentry Monitor” de la legendaria firma neoyorquina. En consonancia con el carácter exclusivo del PS1K, dichas electrónicas están cuidadosamente calibradas con la finalidad de producir unos graves y unos subgraves extraordinariamente claros, firmes y precisos espacios de escucha muy opulentos. Idéntica obsesión por la excelencia encontramos en el recinto que alberga el conjunto, construido con paneles ultrarrígidos y elevado grosor minimizando así las vibraciones y, al estar totalmente sellado, evitar potenciales ruidos generados por puertos (caso de los empleados en los sistemas bass-reflex). Este fabuloso subwoofer es también un dechado de versatilidad: lo corroboran su generosa dotación de entradas y salidas y sus amplísimas posibilidades de ajuste.
Así, incluye entradas y salidas de Línea monofónicas (LFE) y estereofónicas en formato balanceado y no balanceado, facilitándose de este modo el uso en sistemas estereofónicos y multicanal y la conexión encadenada de PS1K adicionales. En el ámbito del control, se dispone de filtros paso alto y paso bajo y un ajuste continuo de la fase (entre 0º y 180º) que permite afinar al milímetro la frecuencia de corte y asegurar una transición impecable con el resto de cajas acústicas del equipo, mientras que dos filtros de ecualización paramétricos contribuyen a compensar efectos no deseados provocados por la ubicación de las mismas, la sala o el mobiliario. El nuevo subwoofer activo de McIntosh, que está desarrollado y fabricado en EE.UU., se completa con un aristocrático acabado en negro brillante rematado por embellecedores de fibra de carbono, una base de aluminio y elementos de gestión específicos (entre ellos varias opciones de puesta en marcha/desactivación) que tienen por objeto garantizar una adaptación perfecta con electrónicas de la marca neoyorquina, y, por supuesto, el emblemático vúmetro analógico con retroiluminación azulada que constituye una de sus señas de identidad ya icónicas.