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Nuevas Quad S-1, Hifi Choice 5*****, Editors Choice

Cambio en el terreno de juego

Quad ha conseguido llevar la tecnología del cono de cinta a un terreno más asequible con sus nuevos altavoces de la serie S. David Vivian escucha

En lo que respecta a legados, Quad presume de una gran cantidad. El Electrostatic -producido por primera vez en 1957 y quizá el único altavoz que merece el estatus de icono- ha sido, en cierto modo, un claro ejemplo a seguir para la compañía – la marca, en constante evolución, puede afirmar que sigue teniendo sustancia real tras todo el bombo publicitario de que Quad es el que más se acerca al sonido original.

Comprensiblemente, más complicado ha sido el empeño en forjar una reputación a prueba de bombas para sus altavoces de segunda fila que, debido a la competitividad, tiene que conformarse con un chasis convencional y altavoces dinámicos. Bien, pues ha habido un cambio tecnológico y no antes de tiempo. Los tweeters de cinta -por muchos considerados superiores a los diseños de cúpula- en los últimos años han encontrado su camino en altavoces de un precio mucho más modesto. La última gama de Quad, la serie S, introduce un tweeter de cinta a medida en un sector del mercado donde las cúpulas han sido, tradicionalmente, la norma. Es una audaz iniciativa para capturar algo del sabor de la etérea y finamente texturizada transparencia ESL para aquellos de nosotros con bolsillos más frugales.

Y nadie tiene mejor opción de redefinir el paradigma del precio frente a la calidad que el miembro más pequeño de una familia de cinco, el monitor para soporte S-1. Lo suficientemente pequeño como para colarse en la categoría de “mono”, con sus 285 mm de altura; su tweeter de cinta especialmente diseñado se ve acompañado por un altavoz de medios-graves de Kevlar. La serie S se completa con otro monitor un poco mayor, el S-2, dos modelos de suelo (S-4 y S-5) y un canal central para cine en casa llamado S-C.

Esta no es la primera vez que Quad emplea un tweeter de cinta, pero tenemos que volver la vista atrás a su primer altavoz, un diseño de 1949 llamado Corner Ribbon. Aunque sus ventajas sonoras ya eran apreciadas entonces, la ejecución era más precaria ya que los altavoces eran elementos delicados que tendían a quemarse a volúmenes más elevados (generados por válvulas). La cinta del S-1, desarrollada específicamente para la serie S, usa una construcción tipo sandwich y parece ser lo suficientemente robusta como para hacer frente a modernos amplificadores de estado sólido más potentes.

Plenamente inmerso en un potente campo magnético para llevar a cabo su doble tarea de ser tanto “bobina de voz” como radiador de sonido, el cono ha sido diseñado y confeccionado para sobresalir en varios aspectos: una excelente respuesta a transitorios y un gran detalle musical, aparte de mantener la suavidad por debajo y por encima del rango de escucha de altas frecuencias normal. Las cintas generalmente tienen una dispersión mayor y consiguen que la escucha del “punto dulce” sea menos crítica. Pero Quad ha buscado limitar la dispersión vertical para evitar las reflexiones en suelo y techo, con la intención de que los agudos sean prístinos en el punto de escucha de un oyente sentado.

 El altavoz de medios-graves de Kevlar tejido, aquí en su tamaño más pequeño de 100mm, es un componente más familiar y se entrega al tweeter de cinta a través de su sofisticada red de filtro de corte multi-elemento. El chasis de bass reflex trasero, de 10,7 litros, es notablemente inerte, gracias a la construcción de panel multi-capa de MDF y tablero de partículas de alta densidad – factores que ayudan a una baja coloración del chasis. Todas las superficies están revestidas con una chapa de madera en acabado negro o sapeli caoba, pero también existe la opción del acabado negro o blanco lacado por un coste adicional. El S-1 también evita ser completamente rectilíneo mediante esquinas redondeadas en las partes inferior y superior de los paneles frontal y traseros, un detalle de diseño que, junto a los robustos y bien acabados terminales de conexión para bicablear, contribuye a que estas pequeñas y elegantes cajas tengan un acabado de calidad. Las rejillas tienen sujeción magnética y la S-1 viene con gotas de silicona autoadhesivas para que se asienten con firmeza.

 

Calidad de sonido

Estas son cajas pequeñas pero con serias intenciones y estoy impaciente por ver de lo que son capaces; el primer reparto secundario comprende los pesados soportes Slate Audio y dos pares de cables de altavoz Townshend Isolda DCT para biamplificar con el amplificador integrado Caspian M2 de Roksan y la etapa de potencia M2, con el reproductor Caspian M2 y el DAC Hugo de Chord. Después sustituiré la amplificación Roksan por el Crescendo de Audio Analogue y un Monitor Audio A100, pero de momento quiero algo que se aproxime al pequeño Quad.

Es un equipo de primera que ha brillado varias veces en los últimos meses moviendo altavoces mucho más caros que las S-1, pero cualquier duda de que las pequeñas Quad no pudieran con la labor de reflejar la corriente de talento queda rápidamente despejada por una presentación que consigue que la combinación de amplificación y fuente suene más seductora y musical que nunca. Esto es una sorpresa y me hace preguntarme si el diseñador, Peter Comeau, ha efectuado un truco maestro de humo y espejos con la sonorización. Conseguir que altavoces pequeños suenen convincentemente plenos mediante las ventanas y la personalización de los filtros a menudo tiene efectos secundarios mucho menos agradables.

 Pero no, el único truco del que la S-1 parece ser culpable es de atraer al oyente desde el principio y no dejarlo ir. Quizá más oportuno para Quad, la predominante “cortesía” que suele definir la firma sonora de algunos diseños previos de monitores pequeños ha cedido el paso a un orden superior de expresión dinámica e inmediatez y,  mejor aún, a la capacidad de entregar transitorios rápidos como el rayo sin llegar a embotar o exagerar.

El tweeter de cinta es claramente la clave, ya que insufla una vida, una estructura y una resolución hasta ahora nunca vistas en grabaciones que se pueden considerar ejemplos menos brillantes del arte digital. El álbum August de Eric Clapton es una prueba típica. A menudo puede sonar turbio, duro y congestionado, pero la amplitud de la S-1 y su capacidad para retratar con convicción un ambiente sutil le permiten extraer sutilezas y matices que lo hacen más agradable de escuchar. El grave es ágil, melodioso y articulado, pero con peso y extensión extraordinarios, considerando su tamaño y su cono principal.

Con el amplificador Audio Analogue, el balance general es algo más relajado, pero la presentación sigue siendo sobresalientemente transparente, natural y espontánea, con una escena sonora de sumersión pero con gran enfoque, con un sentido real de profundidad que se extiende cómodamente más allá del alcance lateral de los altavoces.

 

Conclusión

Cualquiera que tenga ideas preconcebidas acerca del “sonido casero” de los altavoces más asequibles de Quad debería concertar una cita para escuchar el modelo S-1. Sí, es refinado y suave y lo combina con nuevos niveles de transparencia, expresión dinámica, conocimiento musical y madurez. Un modelo pequeño y elegante y con una buena relación calidad-precio.

 

Pregunta y respuesta

Peter Comeau

Director de diseño acústico, IAG

P: Hay varios tipos de tweeter de cinta. ¿Cómo desarrolló el diseño de la serie S y qué ventajas tiene incluso sobre los mejores diseños de cúpula?

R: Los mejores tweeters de cinta son los diseños basados en una lámina metálica suspendida en un fuerte campo magnético. La ventaja sobre la cúpula es que el diafragma es excitado en toda su superficie y la cinta es su propia bobina de voz. La desventaja de las cintas de estilo antiguo es la gestión de la potencia. Por eso es por lo que cayeron en desgracia. Sin embargo, los más recientes desarrollos de sustratos multi-capa han permitido que las láminas manejen más potencia sin quemarse y han conseguido devolvernos los verdaderos beneficios de las verdaderas cintas.

 

P: La S-1 tiene un balance pleno e igualado con una gran integración de sus conos. ¿Cuáles son los factores que contribuyen a ello?

R: No hay un solo factor que sea responsable de ello. Un altavoz tiene que ser considerado como un diseño integral. El rendimiento de los altavoces, la construcción del chasis y, por supuesto, un diseño de filtro con sentido tienen un papel que desempeñar. Maximizo la integración de los altavoces mediante horas de simulación por ordenador y repetidas audiciones ayudan a terminar un filtro que, a todos los efectos, sea acústicamente perfecto.

 

P: Aparte de la construcción tipo sandwich de MDF y tablero de partículas, ¿presenta el chasis otras características que contribuyen a la amortiguación, rigidez y baja resonancia?

R: A eso puedes añadir los refuerzos circunferenciales internos, que contribuyen a dar más rigidez al bafle frontal y dividen los paneles frontales y traseros en zonas más pequeñas, y también el material absorbente interno de fibra de lana, que ayudan a evitar reflexiones del sonido a través del altavoz de medios-graves.

 

En comparación

Quad no está sola en la labor de ayudar a los amantes de la música a buscar “algo más”. Elac, el incondicional de los tweeters de cinta, también tiene su parte cubierta con su modelo BS 142 y aquellos que busquen una presentación más manifiesta que la S-1 deberían probarlo. No disfruta del fabuloso tratamiento del detalle de Quad, pero suena rápido, divertido y ligero. El modelo Ikon 1 de Dali es otro competidor y uno muy inusual, porque presenta un tweeter híbrido, que combina la cúpula y la cinta. Es un diseño, particularmente claro y detallado, que no escatima en belleza y tiene una intuición suficiente como para competir con la S-1. Ahora bien, le falta la intimidad que consigue crear Quad.

 

 

 

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